Pensamientos y emociones son tus "músculos y articulaciones"
Si nunca has hecho running, no pretendas correr una maratón, no es bueno ni para tus articulaciones ni mucho menos para tu corazón. Pues lo mismo pasa con tu alimentación, si quieres mejorarla tienes que prepararte para la acción.
y es que pensamientos y emociones son tus «músculos y articulaciones» para el objetivo que te propones. En todo el tiempo que llevo pasando consulta, en la sesión inicial («la de las preguntas») nadie, absolutamente nadie, ha llegado a comentar que ha fallado en su emocionalidad o que sus pensamientos le han saboteado, sólo se han centrado en la parte más física: lo que comen, el ejercicio y la culpa, para terceros.
Claro, la dieta te ata y no te entrena, pone el foco en lo de fuera, lo que comes y ¿que pasa con tus pensamientos y emociones?
Si un día, en esa tabla hay algo que no te apaña puedes pensar en pasar y comer lo que te da la gana, luego te sientes mal contigo misma pero no pasa nada, mañana volverás a empezar, total por un día ¿qué más da?
Llega la consulta siguiente y te subes a la máquina de la verdad
Ver el resultado te expone a las veces que has fallado pese a saber lo que vas a ver y luego claro, a explicar lo que ha pasado.
Es que resulta que… Pues vino fulanita y me convenció de… No sabía que hacer… No me apetecía esto para comer…
Escusitis
Si yo te preguntara de 0 a 10 ¿cuánto te gusta comer? probablemente tu respuesta estaría entre 8 y 10.
Gustar, verbo transitivo del latín gustare, que significa sentir y percibir el sabor de las cosas o intransitivo si nos referimos a agradar, contentar o satisfacer. Es decir, comer genera emociones y si te quitan lo que te gusta, surgen otras impresiones.
¿Cuantas veces te has preparado para aceptar con agrado lo que te toque comer? Al basarte en las expetativas de que va a funcionar, te olvidas de la emocionalidad. Se suele pensar, «bueno, no pasa nada, comer así es sólo una temporada» ea!, ya está, salió de paseo la aceptación por pensamiento pero no de verdad, de corazón.
Vas a necesitar un entrenador
Lo que te he comentado no surge al principio, si no cuando llevas un tiempo con la dieta y el ejercicio. La expectativa de éxito es poderosa pero no tanto cuando te empiezas a plantear las cosas, por cansacio, por sentirte atada, por no poder elegir más que un día a la semana…
Si antes de tomar la decisión, te PRE-PARAS, puedes PARARTE a pensar en lo que quieres de verdad, detenerte frente a lo que te espera y entonces tienes presente tus emociones y pensamientos «en la mesa».
Si suelen jugar a tu favor, perfecto, si no, vas a necesitar un entrenador que haga que transforme tu impresión y te ayuden para cuando venga el bajón.
Lo principal, es tener un Plan a 360º
Que contemple lo que en otras ocasiones ha pasado, qué has hecho, qué has pensado y cómo te has podido sentir frente al fracaso. No te diré que el fracaso es la oportunidad de aprender, no, el fracaso es fracaso en toda la extensión de la palabra y para mi, no es más que un resultado no deseado.
No es preciso hacer las cosas mal para fracasar, la perdida de peso (y más siendo mujer) está ligada al ciclo hormonal y según la coincidiencia del ciclo con la consulta, la retención de líquidos puede marcar un aumento de peso que no es real y aún así, sé que te gustaría ver una cifra menor en el visor de la báscula.
Si antes de empezar, piensas en cómo esta circunstancia te afecta, siempre puedes «pactar» con tu dietista que no coincidan la citas con los días previos a la menstruación, comentándole lo te sientes, lo que tiendes a pensar y el bajón que eso te da, aunque sepas que ese no es tu peso real.
Meter tus pensamientos y emociones en la ecuación, facilita las cosas a las dos...
A ti porque te ayuda a expresarte y a tu dietista porque puede pautarte una dieta distinta según las circunstancias que vayas a tener hasta la siguiente consulta, de forma y manera que cuando te vayas a pesar, veas mejores resultados de los que te esperas.
Esto hará que te sientas mejor contigo misma, pienses que vale la pena y tengas más confianza en el dietista que te trata, un win win en toda regla, para ambas partes. Por eso mentir, justificars o decir verdades a medias, ni te beneficia a ti ni a quién te está ayudando a alcanzar tu peso saludable.
Prepara "tus músculos y articulaciones" antes.
Por eso es una opción efectiva e interesante y más, cuando llega la menopausia en las que las hormonas están revolucionadas, no entiendes lo que te pasa ni los cambios que hay en tu cuerpo. Aprender a comer es una carrera muy larga, tanto como una maratón, asi que ya sabes la importancia de preparar tu mente y emociones para alegria de tu corazón.
Nos leemos pronto,
¡Feliz día!