Si no sabes lo que es un propósito,
dificilmente sabrás cómo plantearlo a tu favor, fallarás una y otra vez en ese intento de bajar de peso o mejorar tus hábitos alimentarios, ¿en que te equivocas a pesar de ser importante para ti? Esto es lo que vas a descubrir.
Mira,
según la RAE, Propósito es el ánimo o intención de hacer alguna cosa (o no) y también lo define como el objetivo que se pretende conseguir pero sinceramente, estas dos definiciones no te animan nada de nada a seguir adelante en el propósito de cuidarte.
Le falta un toque, un punch, un algo que te ponga las pilas para cambiar aspectos de tu vida y sentirte mejor contigo misma.
Ese punch se llama COMPROMiSO
y es un acuerdo contigo misma. En una formación de coaching un compañero definió el término propósito muy bien, ya que lo comparó con un contrato en el que ambas partes llegaban a un pacto, pero en lugar de hacerlo con un tercero lo haces contigo mismo. El problema está en la falta de confianza en ti porque no te lo planteas plenamente convencida y al tener un plazo de tiempo muy largo (sobre todo si te lo planteas a principio del año), ya lo harás, ya empezarás, algo se te ocurrirá…
Si para ti, ya no sólo el propósito de bajar de peso si no cualquier otro propósito que tengas en la vida no es un reto motivante y no te desafía, dificilmente lo conseguirás a pesar de que sea importante.
El simple hecho de planteártelo, a medio plazo te hará daño porque sigues estancada, aparece la frustración por no cumplir ese sueño y por sumar otro fracaso en el intento, pero realmente ¿qué has hecho?
Tal y cómo te plantees las cosas, llegarás a conseguirlo
Por eso es importante PRE-PARARTE y PRE-OCUPARTE, darle un par de vuelta a la cabez a esa intención ANTES de decir: voy a (lo que sea… )»Los voy a», sin determinación, se suman a un problema: desde qué emoción te lo plateas.
Desde el hartazgo, desde el enfado, desde el deseo… las emociones son las primeras en entrar en juego y luego los pensamientos.
Funcionamos así o cómo se suele decir: «Arrancada de caballo y parada de burro». En seco.
Vale,
te has visto en el espejo, o te sientes hinchada, o que llega el verano y hay que ponerse el bañador, si tu propósito de cuidarte lo haces desde la calma y con un plan, probablemente lo conseguirás..
Pero aún así, no es suficiente, porque aún teniendo un plan, te entrarán ganas de abandonar si no consideras lo qué supone ese propósito de verdad.
Así que... ¿qué supone ese objetivo para ti?
¿qué te aporta? ¿de qué te aparta? ¿a qué te compromete? Esto es lo hace que el planteamiento de tu propósito sea diferente.
Pone sobre el papel las razones que hacen que cumplas con el pacto que has hecho contigo misma a pesar de pases por bajones porque:
- te lo pone fácil,
- a tu alcance y
- con positividad
Es tan potente tener presente lo que te aporta y de qué te aparta, que luego el compromiso contigo misma se dispara. Haces que lo plantees con la calma que necesitas para tomar buenas decisiones de autocuidado.
Hay que prestar atención a lo que te dices o escribes, observa esta tabla como si fueras tú quien quisiera bajar 10 kilos:
TABLA PARA DEFiNIR TUS PROPóSiTOS
CENTRADA EN LO QUE HACER dirías
¿qué me aporta?
BAJAR 10 KILOS
¿de qué me aparta?
DE COMER MAL
¿a qué me compromete?
A LLEVAR UNA DIETA
CENTRADA EN LO QUE QUIERES dirías
¿qué me aporta?
BIENESTAR
¿de qué me aparta?
DE INFRAVALORARME
¿a qué me compromete?
A LLEVAR DINÁNICAS DE AUTOCUIDADO
Aunque no lo parezca, ambas, se complementan
La parte verde refleja el DESEO y la naranja, EL OBJETIVO y EL MEDIO
Por regla general, cuando nos planteamos un objetivo, por la mente pasa rápidamente la imagen que tenemos de haberlo conseguido y enseguida nos planteamos qué hacer, pero rara vez, nos detenemos y nos fijamos en esa imagen planteando el para qué.
La parte verde, se centra en esto, en tu para qué y te anima desde la positividad mientras que la naranja, facilita el plan. Juntas se complementan haciendo posible que plantees de tu propósito de manera amable y que podrías definir más o menos así:
«Para sentir bienestar necesito bajar de peso, unos 10kg, eso hará que deje de infravalorme frente al espejo y lo voy a conseguir, siguiendo dinámicas de autocuidado que me faciliten dejar de comer mal como por ejemplo, llevar una dieta (equilibrada).»
¿Por qué añadir equilibrada tras la palabra dieta? Por la connotoción que representa, inconscientemente nos lleva a pensar en restricción, mientras que añadir este adjetivo, hace que determines también el tipo de alimentación que quieres tener.
¿Cómo tener esta frase presente?
Una frase sin escribir, se olvida y muchas veces esa nota se pierde, asi que un paso más sería hacer un dibujo o tener una foto que la represente.

Esta foto representa un plato saludable y la carta, lo fácil que es seguir un menú semanal para llevar una dieta equilibrada
Es sencillo de recordar sobre todo a la hora de comer o cenar fuera de casa porque en los restaurantes o bares hay menús y tú quieres hacer elecciones saludable para llevar una alimentación variada.
No hay resultados positivos sin reflexión previa
Completar esta tabla naranja y verde, supone un ejercicio de refexión, de PRE-PARATE y PRE-OCUPARTE para la acción. Supone estar tranquila, relajada y no enfadada contigo mism., Evidentemente lleva un tiempo, y quizás necesites acompañamiento, pero es el primer paso para conseguir tus propósitos sin fallar en el intento.
Recuerda que:
- Tu propósito ha de contar con tu compromiso total y ser desafiante.
- Antes de lanzarte has de preparate para evitar la «arrancada de caballo y parada de burro» para no frustrarte.
- Hay que evaluar con calma lo qué te aporta, de qué te aparta y a lo qué te compromete tu propósito
- Tener tu compromiso reflejado en una frase amable, represenada con una foto o con un dibujo, hará que estés centrada y motivada.
Empieza a cambiar la forma en la que te lanzas a conseguir tus propósitos y dejar de sentirte frustrada, por otra más sencilla, directa y clara
Nos leemos pronto
¡Feliz día!