La hora de la verdad…

Dos son los momentos que nos hacen tomar la decisión de bajar de peso para siempre, de una vez por todas, con el convencimiento de que esta vez, lo vamos a lograr:

1. Subirnos a la báscula

2. Vernos en el espejo

y lo malo es que ni para lo uno ni para lo otro, nos ponemos en lo que sabemos que hay, por eso después nos dá coraje y decidimos tirar para adelante con ese propósito de bajar de peso cuanto antes, pero desde el enfado contigo misma por constatar lo poco que te has cuidado en realidad. 

Consecuencia: abandonas cuando se te olvida el impacto emocional de ver un número no deseado en la báscula o tu reflejo en el espejo.

¿Qué puedes hacer frente a esto?

Pararte a pensar en lo que has hecho antes, durante y después. 

Lo he dicho más de una vez, la báscula es la máquina de la verdad y aunque el peso no es más que el resultado de cómo te estás cuidando, si lo que haces no es efectivo tendrás que cambiar de estrategia. 

Analizar conscientementemente te ayuda a establecer el hilo de cosas que has estado haciendo, tus emociones y pensamientos y para establecer tu objetivo, en el post anterior tienes la tabla para ponerte en acción y conseguirlo, por eso…

Hoy vamos a hablar de qué nos pasa frente al espejo y cómo poner esas emociones y pensamientos a nuestro favor.
Baja autoestima

¿Te acuerdas de la Madrastra de Blanca Nieves?

– «Espejito, espejito mágico… ¿quién es la mujer más bella del Reino?

– «Tú, Majestad, sólo tú eres la mujer más bella del Reino«.

y fue así hasta que el espejito se cansó de tanta pregunta cansina y al final le comparó con nuestra querida pricensita…

Eso es lo que nos pasa frente al espejo, que incosncientemente nos comparanos no con la «vecina del tercero», no, nos comparamos con nosotras mismas en otra epoca de la vida o con ese «yo de tipazo perfecto» que tenemos idealizado y que no vemos por ninguna parte en el espejo ni en cuerpo, ni en emociones de ahí que intervengan nuestras interpretaciones (los pensamientos).

"Me he puesto como una vaca",
"qué gorda estoy"...
"¡Nunca conseguiré tener el tipo que quiero tener!"

Para, para ¡que desbarras!

Estoy segura (y me juego la oreja) que son más las veces que no te juzgas frente al espejo de las que piensas:

  • Cuando vas a toda mecha para ir a trabajar.
  • Cuando estás con el secador a todo trapo
  • Cuando te estás perfilando los ojos o los labios
 
Es decir, cuando inconscientemente te estás mirando: Tienes prisa porque se te hace tarde para llegar al trabajo con lo cual tu punto de mira está en el tiempo y las prisas; Quieres ganar volumen en tu melena o mira, que quede como sea… o vas despacito, con cuidadito para no salirte de contorno. Y es así como hay que ir: Descubriendo con cariño lo bonito que hay en ti.
 
Puede que sean tus ojos, tu nariz, la forma de tus manos, la tersura y luz de tu piel, la forma de tus rizos… tus largas pestañas que se mueven con el chic de un abanico. 
 
Centrarnos en  lo que si nos gusta de nosotras, nos lleva a vernos de una manera especial, más amable y de ahí pasamos a analizar otras cosas que hacemos mejor que los demás, entonces nos sentimos más valiosas y esto nos aporta bienestar.

 

De esta manera, cuando eres consciente de tu valía, si al mirarte en el espejo no sientes cómoda con lo que ves, lo minimizarás poniendo el foco en lo que sí te gusta de ti.

El paso siguiente es actuar en lugar de quedarte con el querer cambiar

Esclupir mentalmente tu cuerpo un poco más esbelto de manera gradual y constatar esos pequeños cambios que vas alcanzando, te ayudará más que si te comparas de manera radical.

Comparar tu yo actual con esa imagen delgada idealizada, genera «ansiedad» y ese agobio por no ir tan deprisa como tú quisieras, juega en tu contra. Posiblemente, esa sea la razón por la que está estancada.

En resumidas cuentas, la hora de la verdad ha de servirte para:

  • Valorarte de distinta manera, anotando en qué eres buena, qué se te da bien  
  • Focalizar las cosas que te gustan de ti cuando te juzgues frente al espejo
  • Resolver el tema del peso, poquito a poquito a la vez que te vas visualizando con un centrímetro menos .

Espero que te haya resultado interesante las reflexiones y este ejecicio que te propongo hoy. Si quieres saber más o tienes dudas sobre cómo hacer este ejercicio, mánda un email a holacarmen@catadecate y te mando el Mini Ebook con todo explicadito.

 

Nos leemos pronto,

Carmen